
Con un estudio semidetallado en más de 135 mil hectáreas, la entidad da el primer paso para realizar el ordenamiento productivo de esta zona del país. Entre el 12 marzo y el 12 de abril se realizarán los primeros muestreos de suelos.
Por años, la zona del Catatumbo colombiano ha sido conocida más por sus problemas de orden público, enfrentamientos con los grupos guerrilleros y por los cultivos ilícitos, que por sus potencialidades productivas, ambientales, forestales o el empuje de sus habitantes.
Ante esto, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), la Asociación de Municipios de Catatumbo provincia de Ocaña y sur del Cesar y la Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña, decidieron unirse para quitarle la estigmatización de ser una región donde solo impera la violencia y el narcotráfico.
Así nació “Catatumbo: región de oportunidades y desarrollo territorial”, un ambicioso proyecto que pretende cambiarle la cara a esta zona de Norte de Santander a través de tres acciones: un estudio de suelos, apoyo a la revisión de los Planes de Ordenamiento Territorial de varios municipios y un Sistema de Información Geográfica solo para este territorio.
Según el IGAC, el primer componente del proyecto que iniciará actividades será el estudio semidetallado de suelos a escala 1:25.000, el cual abarcará más de 131 mil hectáreas de los municipios de Ábrego, El Carmen, El Tarra, La Playa, Ocaña, San Calixto, Sardinata y Tibú.
Entre el 12 marzo y el 12 de abril, expertos del IGAC se adentrarán en el territorio para realizar la primera fase de campo, en la cual se esperan analizar aproximadamente 86 mil hectáreas; las restantes serán estudiadas en el mes de mayo.
Además del trabajo en campo, entre el 6 y el 24 de marzo el IGAC visitará los 8 municipios contemplados dentro del estudio para socializar las actividades del proyecto, con lo cual los habitantes podrán conocer los beneficios y alcances del proyecto.
“Este estudio revelará datos claves como el tipo de actividad que debe predominar en la región, las zonas con mayor potencial productivo y hasta el tipo de cultivo más adecuado. Esta información será la carta de navegación para que las autoridades realicen un ordenamiento productivo adecuado, que les permita a sus habitantes tener nuevas opciones de trabajo que sean rentables y sostenibles”, dijo Juan Antonio Nieto Escalante, Director General del IGAC.
Nieto Escalante aseguró que los estudios del IGAC son multipropósitos, ya que pueden ser utilizados para proyectos productivos, ambientales, de gestión de riesgo y restitución de tierras. “Esto los convierte en una de las principales herramientas para la gran transformación que vivirá el campo colombiano en el posconflicto”.
El Director del IGAC informó que los suelos son la base de la paz del país y que sus estudios serán la base principal para la formulación de las alternativas productivas de compensación a las víctimas del conflicto en la implementación del primer punto del Acuerdo de Paz.
“Para la transformación del campo, estamos en la obligación de plantearles a los campesinos nuevas opciones de vida, las cuales deben garantizarles una buena calidad de vida e ingresos económicos, además de no atentar contra los recursos naturales. Esto será posible a través de esta clase de insumos técnicos”, puntualizó el Director del IGAC.