
En el primer diálogo regional “Mapeando la geografía para la paz de Colombia”, realizado en la ciudad de Florencia, el Director del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), Juan Antonio Nieto Escalante, plasmó cómo se conformó este territorio amazónico y la fuerte influencia de los cultivos ilícitos y el narcotráfico.
Actualmente, Caquetá cuenta con una extensión de 9.010.823 hectáreas, que representan el 7,8% del territorio nacional y el 22% de la región amazónica. El área con actividades agropecuarias, forestales y urbanas, denominada zona intervenida, ya alcanza los 2 millones de hectáreas.
Aunque muchos creen que Caquetá es un departamento agropecuario, las actividades urbanas demuestran lo contrario. El comercio, los servicios y las finanzas representan el 55% del PIB, la construcción el 16,2% y el sector agropecuario apenas llega al 12,8%.
La contribución al producto interno bruto nacional es muy moderada, ya que solo bordea el 0,4%, superando solo a San Andrés, Guaviare, Amazonas, Vichada, Guainía y Vaupés.
Según el DANE, la población estimada es de 483.486 habitantes, de los cuales el 60% están en la zona urbana y el 40% rural, lo cual indica que es una región en proceso de urbanización.
Juan Antonio Nieto Escalante, Director General del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, informó que estas características de la ocupación actual del territorio caqueteño son el resultado de un proceso de colonización desordenado y caótico, en un marco de conflictos y de guerra, principalmente inducido por demandas de los mercados internacionales. “Es una región que ha estado en el centro de distintos procesos de globalización”.
En el primer diálogo regional “Mapeando la geografía para la paz” realizado en la ciudad de Florencia, y que llegará a sitios como Cúcuta, Cali, Riohacha y Bogotá, Nieto Escalante aseguró que la historia moderna del poblamiento del Caquetá muestra cuatro grandes hitos, que explican la situación actual de la región.
1850 a 1913: las bonanzas de la quina y el caucho: en 1820, Francia descubrió las propiedades de la quina contra el paludismo. Esto condujo a la extracción en áreas de Cundinamarca, Cauca, Caquetá, Tolima, Huila y los Llanos Orientales. En suelos caqueteños, la extracción de la corteza se realizó en inmediaciones de los ríos Orteguaza, Caquetá y Putumayo, y en estribaciones de la cordillera Oriental. Rafael Reyes Prieto, quien fue Presidente de Colombia, fue el pionero de esta actividad.
Hacia 1884 concluyó esta actividad extractivista y totalmente insostenible, pero casi de inmediato nació la fiebre del caucho, con una bonanza económica mayor que la quina, que se vio representada en la depredación y violencia en especial a las comunidades indígenas. Este auge del caucho amazónico llegó a su fin en 1913.
1932 a 1934: el conflicto con el Perú: el 31 de agosto de 1932, civiles peruanos ocuparon Leticia, causando un conflicto que finalizó en mayo de 1934, cuando Perú reconoció la soberanía de Colombia sobre el trapecio amazónico. En este periodo de confrontación, el gobierno colombiano construyó cuarteles, bases aéreas y navales, puentes y la carretera Garzón-Florencia-Venecia, la cual indujo la instalación de trabajadores y ex combatientes que optaron por quedarse en la zona para adquirir tierras.
A mediados de los años 30, Florencia se consolidó como la puerta de entrada de pobladores que, desde el principio, tomaron como destino esta zona del país.
Colonización: espontánea y el retorno al campo de los hijos de la violencia: el poblamiento más importante se dio por la violencia, en el cual se presentó una fuerte oleada de colonización en Caquetá, convirtiéndolo en una zona de refugio para la población que huía de los horrores de la guerra.
A finales de los 50, a la colonización forzosa se le sumó el retorno al campo de los hijos de la violencia, organizada por la Caja Agraria, la cual solo beneficio a un pequeño grupo de familias; y un segundo proceso, dirigido por el INCORA a mediados de los 60, el cual solo atendió el 15% de las más de 20.000 personas que migraron al Caquetá. Esto provocó una ocupación desbordada hacia la selva.
En la colonización del piedemonte caqueteño de los años 50, la ganadería fue el modelo de producción, lo que produjo una economía campesina. Debido a las fincas ganaderas desde principios del siglo XX y a la publicitada vocación ganadera, los colonos espontáneos encontraron en dicha actividad una alternativa económica.
Dos décadas después de haberse iniciado el proceso colonizador, la intervención humana afectó la frontera amazónica. La ganadería extensiva, una economía de subsistencia y una incipiente economía urbana, provocó la incorporación de gran parte del piedemonte caqueteño.
Entre 1929 y 1959, Caquetá tuvo una migración espontánea, lenta pero progresiva, de colonos del Huila y Tolima. La actividad inicial era enfrentarse con hacha y machete a la selva amazónica en busca de hacerse a su finca. Entre 1959 y 1972 arrancó la colonización Maguaré, periodo en el que los tolimenses y huilenses se sumaron a los campesinos provenientes de Caldas, Valle del Cauca y Antioquia.
En 1950, el Estado colombiano propuso planes de colonización en diferentes partes del país, entre los que se encontraban territorios de la Amazonia, con los que se organizaron asentamientos planificados, o con remedos de planificación, en Arauca, Meta, el Magdalena Medio, Santander y Caquetá.
1970-2016: cultivos ilícitos, grupos armados y ganadería extensiva: a comienzos de la década del 70, se revivió el poblamiento de las zonas rural y urbana, con el agravante de rentables cultivos de coca y el negocio del narcotráfico.
Fueron numerosos los establecimientos de comercio, servicios y transportes, que recibieron un fuerte impulso de las actividades ilícitas, lo que atrajo a personas de todo el país para organizar sus negocios alrededor del mercado de insumos, servicios y bienes de consumo generados por esta actividad.
El cultivo inició en las regiones del medio y bajo Caguán, difundiéndose de forma muy rápida hacia Solano, el Bajo y Medio Orteguaza, el río Sunsiya, la zona del río Caguán, en jurisdicción de Cartagena del Chairá.