
- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoció a ‘Suelos y Tierras de Colombia’ como la obra que más contribuyó con el manejo sostenible del recurso suelo en el 2016. El Director General del IGAC Juan Antonio Nieto Escalante recibió el premio hoy en Roma (Italia) en el Día Mundial del Suelo.
- En el país, esta importante fecha fue conmemorada por la entidad en un evento simultáneo en 21 departamentos, en donde se revelaron preocupantes cifras sobre el uso inadecuado del suelo.
El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) sigue cosechando triunfos y reconocimientos por su experiencia en el manejo y estudio de los suelos y tierras colombianas.
Su más reciente publicación, ‘Suelos y Tierras de Colombia’, la cual compila los datos, hallazgos y estudios más relevantes generados por el IGAC en los últimos 70 años, ahora no solo ostenta el título como mejor trabajo ambiental en Colombia en el año 2016, otorgado por la Fundación Alejandro Ángel Escobar.
La publicación traspasó fronteras y fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con el Premio Mundial del Suelo Glinka 2016, lo que la convierte en la obra más relevante en el mundo sobre este olvidado pero básico recurso natural.
Este nuevo reconocimiento internacional fue entregado hoy 5 de diciembre en la conmemoración del Día Mundial del Suelo, evento realizado en la ciudad de Roma (Italia). El Director General del IGAC Juan Antonio Nieto Escalante, fue el encargado de recibir la medalla por parte de José Graziano da Silva, Director General de la FAO.
Graziano da Silva indicó que luego de una ardua evaluación de cada una de las nominaciones presentadas este año, el comité seleccionó a la obra del IGAC como la que más contribuía con el manejo sostenible del suelo a nivel mundial. “Este premio, cuyo nombre honra al investigador ruso Konstantin Glinka, tiene como objetivo mantener el impulso alcanzado por el Año Internacional de los Suelos y hacer visibles las mejores iniciativas que buscan afrontar los problemas nacionales de degradación del suelo, y a su vez incentivar a los profesionales a que contribuyan con la preservación del medio ambiente, la seguridad alimentaria y la mitigación de la pobreza”.
Por su parte, el Director del IGAC, además de agradecerles a todos los miembros de la FAO por haber seleccionado a este riguroso trabajo de investigación elaborado por más de 18 expertos como el más importante del mundo en materia de suelos, recalcó el rol que cumplirá la entidad en el posconflicto colombiano.
“Con la firma definitiva del Acuerdo de Paz, este nuevo reconocimiento no podría haber llegado en un mejor momento, ya que pone al IGAC como uno de los protagonistas para poder llevar las acciones contenidas en la Reforma Rural Integral, la cual contribuirá a la transformación estructural del campo, a generar condiciones de bienestar y buen vivir a su población y a integrar las regiones para erradicar la pobreza, promover la igualdad y asegurar el disfrute de los ciudadanos”.
Según Nieto Escalante, la verdadera transformación del campo colombiano requerirá de la adopción de medidas para promover el uso adecuado de la tierra de acuerdo con su vocación y estimular su formalización, restitución y distribución equitativa, retos que se sustentan en el trabajo adelantado por el IGAC.
“Nuestra información será fundamental para la creación del Fondo de Tierras, que dispondrá de 3 millones de hectáreas para distribuirlas gratuitamente. Igualmente, aportará para cumplir metas como la formalización de 7 millones de hectáreas de pequeña y mediana propiedad rural; la erradicación del 50% de la pobreza rural; evitar la inequidad en la concentración de la tierra; el Sistema General de Información Catastral, Integral y Multipropósito; y el Plan de Zonificación Ambiental para delimitar la frontera agrícola y proteger los ecosistemas frágiles”.
El funcionario indicó que este reconocimiento internacional le da una nueva voz al suelo colombiano, un recurso prácticamente olvidado el cual se encarga de garantizar que las futuras generaciones cuenten con una seguridad alimentaria.
“Colombia aún no dimensiona la necesidad de proteger y hacer un uso adecuado de este recurso. A pesar de ser un territorio con una gran diversidad de suelos, en los cuales se pueden realizar tanto actividades productivas como de conservación, hemos desaprovechado nuestro potencial agrícola, extralimitado la ganadería y afectado los ecosistemas estratégicos. Esto se debe a que no hacemos un uso de la información, la cual indica detalladamente las zonas aptas para usos agrícolas, pecuarios, forestales y de protección”.
Por último, Nieto Escalante anunció que en próximos días el IGAC y la FAO suscribirán una nueva alianza orientada al mapeo digital de suelos y a profundizar en los estudios sobre la relación e impacto del cambio climático y el suelo, “otro reconocimiento que nos sitúa como la entidad líder de la región que enfoca sus esfuerzos en fortalecer su capacidad de gestión en América del Sur, Centro y Caribe”.
Uso inadecuado del suelo ya afecta al 29% de Colombia
Para conmemorar en Día Mundial del Suelo, el IGAC se tomó los 21 departamentos con los suelos más afectados por la sobrecarga agropecuaria en el país.
La toma departamental del IGAC, liderada por los Directores Territoriales de la entidad, estuvo en Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Córdoba, Cundinamarca, Huila, La Guajira, Magdalena, Meta, Nariño, Quindío, Risaralda, Santander, Sucre, Tolima y Valle del Cauca.
Además de conocer detalladamente la obra Suelos y Tierras de Colombia, gremios, académicos y representantes de autoridades departamentales, municipales y ambientales, fueron testigos del uso inadecuado y la degradación del suelo del país y del planeta.
Expertos del IGAC indicaron que por factores como la erosión, el agotamiento de nutrientes, la salinización, la compactación, la pérdida del carbono orgánico y la contaminación química, los suelos del planeta están bajo un eminente peligro.
Cifras de la FAO demuestran que la mayor parte de los recursos mundiales de suelos están en condición mala o muy mala, mientras que el 33% de la tierra del planeta ya padece de una degradación moderada o alta.
El país es uno de los que aportan a este panorama de degradación. Actualmente, el uso inadecuado del suelo nacional por la sobreutilización o subutilización de la actividad agropecuaria, ya se impone en el 28,7% del territorio, siendo las regiones Andina, Caribe y la Orinoquia, las principales protagonistas.
Estos fueron los principales hallazgos revelados por el IGAC en cada uno de los departamentos en cuanto a la capacidad de sus tierras y el uso actual o demanda:
Atlántico: 73,8% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 56,1%. 31,6% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 14,5%.
Bolívar: 42,4% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 25,5%. 65,5% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 54,8%.
Boyacá: 53,6% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 11,1%. 84,7% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 42,6%.
Caldas: 65,7% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 11,7%. 80,8% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 31,8%.
Caquetá: 13,2% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 1,6%. 97,5% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 85,2%.
Casanare: 18,8% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que podrían implementarse en el 31,2%. 67,1% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 70,9%.
Cauca: 33,8% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 7,3%. 91,8% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 56,4%.
Cesar: 64,7% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 34,7%. 62,2% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 31,3%.
Córdoba: 66,3% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 46,5%. 51,1% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 26,5%.
Cundinamarca: 60,9% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 27,6%. 69,4% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 29,4%.
Huila: 51,6% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 15,9%. 83% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 32,7%.
La Guajira: 20,5% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 14,9%. 83,5% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 75,6%.
Magdalena: 62,6% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 51,4%. 40,1% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 29,2%.
Meta: 21,2% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que podrían implementarse en el 21,9%. 77,2% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 76,6%.
Nariño: 22,5% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 9,3%. 87,4% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 70,4%.
Quindío: 57,6% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 26,3%. 70,7% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 35,8%.
Risaralda: 51,1% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 6,9%. 91,3% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 35,2%.
Santander: 60,1% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 22,3%. 75,6% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 34,1%.
Sucre: 65,7% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que podrían implementarse en el 61,3%. 31,3% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 26,2%.
Tolima: 57,9% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 18,5%. 78,9% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 35%.
Valle del Cauca: 42,8% cuenta con la presencia de agricultura y ganadería, actividades que solo podrían implementarse en el 12,8%. 84,4% tiene capacidad forestal, agroforestal o de conservación, usos que se imponen en el 45%.