
Juan Antonio Nieto Escalante, Director General del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), aseguró que los altos índices de pobreza podrían revertirse si se aprovechara el potencial productivo de las tierras. “24 por ciento del departamento tiene vocación forestal, una actividad que ha sido desaprovechada”. Desde hace 28 años, Norte de Santander no contaba con una carta de navegación oficial actualizada sobre su geografía, que incluyera datos como la población, aspectos físicos, bienestar, infraestructura social, economía, dimensión ambiental y organización espacial. La última caracterización geográfica del departamento fue en 1989, razón por la cual el Instituto Geográfico Agustín Codazzi se dio a la tarea de realizar un diagnóstico pero con un análisis integral que incluyera las dinámicas del territorio, visibilizando las necesidades y potencialidades del departamento. “Norte de Santander: Características Geográficas”, publicación que fue lanzada ayer en la ciudad de Cúcuta, reveló cifras sobre el evidente empobrecimiento de la región, flagelo que perjudica principalmente al sector rural nortesantandereano. “El departamento solo aporta el 1,6 por ciento del Producto Interno Bruto del país, es decir menos de $50 mil millones. El estudio reveló que 29 de los 40 municipios, el 80 por ciento de la población es pobre, flagelo que se concentra más que todo en el área rural”, dijo Juan Antonio Nieto Escalante, Director General del IGAC. Cúcuta, a pesar de concentrar el 65 por ciento del Producto Interno Bruto Departamental (PIBD), reportó 260.000 mil personas en condiciones de pobreza en 2013, de acuerdo con el indicador de pobreza multidimensional. La carencia de empleo justo y equitativo alimentan a su vez mel subempleo, el rebusque, la mendicidad y la limosna. Para el caso del PIB departamental PIBD, de los 40 municipios del departamento, 28 aportan menos de 1 por ciento de este y 17, menos del 0,5 por ciento, es decir, el 43 por ciento de todo el territorio. Otro dato contenido en el estudio del IGAC muestra que “Norte de Santander cuenta con 2,2 millones de hectáreas para cerca de 1,2 millones de habitantes. Esto significa que a cada poblador le correspondería 1,5 hectáreas, es decir una cancha y media de fútbol; algo que no se cumple acá ni en todo el país en general”, apuntó Nieto Escalante. El Director del IGAC aseguró que el evidente empobrecimiento del sector rural, que demarca un desarrollo inequitativo y desequilibrado, tiene sus raíces en la falta de oportunidades productivas y en el desconocimiento de su potencial para poner en marcha algún tipo de producción. “34 por ciento de Norte de Santander presenta tierras para poner en marcha algún tipo de desarrollo productivo. De este total, 24 por ciento tiene vocación productiva, es decir para aprovechar sosteniblemente las bondades de los bosques o realizar proyectos como el ecoturismo o el pago por servicios ambientales; un potencial que ha sido desaprovechado”. Por ser un territorio ocupado en su mayoría por los terrenos montañosos de la Cordillera Oriental, solo el 1 por ciento del territorio podría implementar ganadería y el 6 por ciento agricultura. “Su ubicación geográfica le atribuye responsabilidades superiores frente a la adecuada planificación y manejo de las cuencas hidrográficas”. “Las limitaciones productivas del territorio deben considerarse con la implementación de alternativas que promuevan la protección de los recursos naturales. Los valores ambientales relacionados con la vocación forestal, deben ser analizados desde una visión productiva ambientalmente sostenible”, recalcó el directivo. Nieto Escalante enfatizó que aunque la prestación de servicios sociales muestra un déficit de cobertura, “la mayor parte de los municipios cuenta con un potencial cultural y ambiental que favorece el desarrollo de actividades en beneficio del mejoramiento de las condiciones de vida”. Beneficios geográficos La nueva publicación sobre la geografía del departamento le servirá como herramienta a los tomadores de decisiones para la construcción y actualización de los Planes de Ordenamiento Territorial. “Este estudio no se limita únicamente a la ubicación espacial, sino a la comprensión de las relaciones entre el espacio y la sociedad. La geografía visibiliza las necesidades e intereses de la comunidad y las ventajas comparativas y competitivas de los territorios”, complementó el funcionario. En este primer semestre del año, el IGAC presentará los estudios geográficos de los departamentos de Bolívar y Tolima. Valores ambientales Germán Darío Álvarez, Subdirector de Agrología del IGAC, informó las bondades y valores ambientales del departamento. “Norte de Santander presenta tres provincias fisiográficas: la depresión del Magdalena (desde La Esperanza hasta el piedemonte de Lebrija); la depresión de lomeríos y llanuras del Catatumbo; y la Cordillera Oriental, que ocupa gran parte del territorio”. Sumado a esto, el departamento comparte dos cuencas hidrográficas con Venezuela. La del Catatumbo, de más de 2,2 millones de hectáreas y que abarca 32 municipios; y la del Orinoco, de 338 mil hectáreas. “Es decir que todos los impactos o afectaciones que se realicen en los ríos tributarios de ambas cuencas en Colombia, como Zulia, Pamplonita, Sardinata y Tarra en Catatumbo, y Margua, Chitagá, Cubugón y Apuré en Orinoco; se verán representados en territorio venezolano”, recalcó Álvarez. Otras riquezas ambientales del departamento son el Parque Nacional Natural Tamá (entre los municipios colombianos de Toledo y Herrán y los estados venezolanos de Táchira y Apure), y la serranía de Perijá.