
Así lo dio a conocer el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) en el XVIII Congreso Nacional de la Ciencia del Suelo, realizado el día de hoy en Villa de Leyva.
Aunque el territorio nacional alberga un total de 114 millones de hectáreas, el hombre sólo ha logrado intervenir significativamente 53,6 millones de hectáreas.
Según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, esta área intervenida, que equivale al 47% de la superficie tricolor, está conformada por áreas de 27 de los 32 departamentos del país (todos los de las regiones Andina y Caribe; Arauca, Casanare, el norte de Vichada y gran parte del Meta en la Orinoquia; terrenos al margen oriental del Valle del Cauca, Nariño y Cauca en el Pacífico; y el norte del Guaviare y los piedemontes de Caquetá y Putumayo en la Amazonia).
Sin embargo, la gran preocupación del IGAC es el saldo negativo que ha dejado este accionar, en la mayoría de casos descontrolado, a los suelos y tierras de estos territorios.
De las 53,6 millones de hectáreas intervenidas, 32,7 millones ya presentan conflictos de uso del suelo, tanto por la sobrecarga de las actividades agrícolas y pecuarias o por el desperdicio del potencial productivo; es decir que en el 61% de esta área se hace un uso inadecuado de este recurso natural.
La principal problemática de estos suelos con conflictos es la sobreutilización (terrenos que ya sobrepasaron su capacidad agropecuaria), la cual está presente en 17,7 millones de hectáreas (el 33% de la zona intervenida).
Entre tanto, 15 millones de hectáreas están subutilizadas o desaprovechadas (28% del área analizada); estas tierras tienen características para la producción, pero no se realiza.
El uso adecuado se impone en 16,6 millones de hectáreas del “mapa intervenido”, que representan un área del 31%.
Estos anuncios fueron hechos por el Subdirector Nacional de Agrología del IGAC, Germán Darío Álvarez Lucero, en el XVIII Congreso Nacional de la Ciencia del Suelo, realizado en día de hoy en la ciudad de Villa de Leyva, en el cual participaron más de 300 expertos nacionales e internacionales en el manejo, estudio y análisis del suelo.
“Los departamentos por donde pasan las tres cordilleras son los más afectados por el mal uso del suelo. Las zonas de alta pendiente no son aptas para los desarrollos agropecuarios, ya que representan una afectación para los recursos naturales y un riesgo para la vida de los habitantes. Este uso inadecuado hace que se intensifiquen las nefastas consecuencias de los fenómenos naturales, como derrumbes en época de lluvia e incendios forestales en la sequía”, apuntó Álvarez.
Por su parte, el Director del IGAC, Juan Antonio Nieto Escalante, aseguró que hablar de paz sin hablar del recurso suelo es algo ilógico. “La paz va mucho más allá del cese al fuego y la desmovilización de la guerrilla. Es la transformación del campo colombiano, el cual ha sido la verdadera víctima del conflicto de más de 5’ años. El Punto 1 del Acuerdo de Paz contempla varias acciones que rescatan las zonas rurales del país, como el acceso a la tierra, la zonificación ambiental y el catastro multipropósito. El llamado es para que en estos momentos el país no se divida, sino se fortalezca”.
Sucre y Atlántico, los reyes de los conflictos
El IGAC evidenció que los departamentos con mayor cantidad de área afectada por conflictos de uso del suelo tienen sabor costeño.
Los tres departamentos con mayor cantidad de área con uso inadecuado del suelo son Sucre (78% - 834 mil hectáreas), Atlántico (73% - 241 mil hectáreas) y Magdalena (65% - 1,5 millones de hectáreas).
El top 10 lo completan Cesar (64% - 1,4 millones), Caldas (63% - 468 mil), Córdoba (62% - 1,5 millones), Santander (59% - 1,8 millones), Bolívar (54% - 1,4 millones), Tolima (54% - 1,2 millones) y Antioquia (51% - 3,2 millones).
Le siguen Cundinamarca (51% - 1,2 millones), Boyacá (49% - 1,1 millones), Huila (49% - 895 mil), Risaralda (49% - 172 mil), Meta (44% - 3,8 millones), Casanare (44% - 1,9 millones), Norte de Santander (40% - 872 mil), Arauca (35% - 831 mil), Valle del Cauca (35% - 730 mil), Quindío (35% - 67 mil), Vichada (31% - 3 millones), Cauca (30% - 925 mil), La Guajira (27% - 555 mil), Nariño (22% - 691 mil), Caquetá (13,3% - 1,2 millones), Putumayo (13% - 338 mil) y Guaviare (6% - 305 mil).
Andinos, líderes en sobreutilización
En cuanto a la sobreutilización generada por las actividades agropecuarias, el ranking del uso inadecuado en los departamentos del área intervenida, pierde el sazón de la costa y se torna Andino.
Caldas (55%), Risaralda (47%), Tolima (45%), Santander (43%) y Boyacá (43%) ocupan los cinco primeros puestos por sobreutilización.
Siguen el su orden Sucre (42%), Huila (39%), Antioquia (35%), Norte de Santander (35%), Cesar (33%), Bolívar (33%), Cundinamarca (33%), Valle del Cauca (30%), Córdoba (28%), Quindío (25%), Cauca (25%), Atlántico (24%), Magdalena (24%), Nariño (19%), La Guajira (13%), Caquetá (13%), Casanare (12%), Putumayo (12%), Meta (9%), Arauca (8%), Guaviare (5%) y Vichada (4%).
“Es claro que los más perjudicados por el exceso sin control de la ganadería y la agricultura son los departamentos con presencia montañosa, en especial los el Eje Cafetero y las zonas de páramo de Santander, Boyacá y Tolima. Este uso inadecuado ha degradado a ecosistemas estratégicos que habitan en las zonas boscosas, y ha puesto en un peligro latente a sus pobladores, por el incremento del riesgo de remoción en masa”, apuntó Álvarez.
Costa y Orinoquia subutilizadas
En sobreutilización, los más afectados por la cantidad de área desperdiciada, los que más se destacan son los departamentos de las regiones Caribe y Orinoquia.
Las 10 primeras posiciones por cantidad de área subutilizada corresponden a Atlántico (49%), Magdalena (41%), Sucre (36%), Meta (35%), Córdoba (34%), Casanare (32%), Cesar (31%), Vichada (27%), Arauca (27%) y Bolívar (21%); todos ubicados en estas dos regiones del país.
Este listado lo completan Cundinamarca (18%), Antioquia (16%), Santander (16%), La Guajira (14%), Huila (10%), Quindío (10%), Tolima (9%), Caldas (8%), Boyacá (6%), Norte de Santander (5%), Valle del Cauca (5%), Cauca (5%), Nariño (3%), Risaralda (2%), Putumayo (1%), Guaviare (1%) y Caquetá (0,3%).
“Las zonas subutilizadas corresponden a amplias sabanas y terrenos planos de ambas regiones. Estas áreas tienen capacidad para la producción, pero sus pobladores ni las autoridades han aprovechado su potencial y las han dejado a la deriva, haciendo uso de terrenos no aptos para tal fin”, concluyó el funcionario.