
El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) informó que solo el 1,6% del departamento tiene tierras arables para el uso agropecuario. No obstante, el 13,2% ya es destinado para ganadería y cultivos.
En el tercer departamento más extenso del país, Caquetá, la ganadería y la presencia de algunos cultivos le están robando terreno a los territorios ricos en biodiversidad y tesoros ambientales.
Según cifras del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, el 97,5% del departamento debería estar conformado por tierras no arables o zonas exclusivas para la conservación y protección ambiental. Por su parte, las áreas aptas para el uso agropecuario solo tendrían que ocupar el 1,6%.
Sin embargo, este panorama solo se cumple en el papel, ya que actualmente el 13,2% del Caquetá ya cuenta con la dañina presencia del ganado (la principal actividad económica del departamento), y con algunos cultivos como arroz, plátano, yuca, cacao y caña de azúcar.
Esto ha generado que la gran mancha medio ambiental que debería predominar esté empezando a reducirse, ya que actualmente es del 85,2%.
Las tierras con capacidad agropecuaria tendrían que ocupar pequeños parches de los municipios de Morelia, Belén de los Andaquíes, Florencia, El Doncello, Milán, Puerto Rico, Cartagena del Chairá y al norte de San Vicente del Caguán.
Pero a la fecha, este desarrollo está presente en sus 16 municipios, con una alta consolidación en el piedemonte caqueteño (San José de Fragua, Curillo, Valparaíso, Belén de los Andaquíes, Morelia, Florencia, Milán, Albania, Montañita, El Paujil, El Doncello, Puerto Rico y San Vicente del Caguán).
Por este uso inadecuado del suelo, San Vicente del Caguán ostenta el nada apetecido título del municipio más deforestado del país.
Este anuncio fue hecho hoy por el IGAC en la conmemoración del Día Mundial del Suelo, fecha que fue celebrada por la entidad en un evento simultaneo en los 21 departamentos con los suelos más afectados por la sobrecarga agropecuaria.
El Director General del IGAC, Juan Antonio Nieto Escalante, enfatizó que Colombia aún no ha dimensionado la urgente necesidad de proteger y hacer un uso adecuado del suelo.
“A pesar de ser un territorio con una gran diversidad de suelos, hemos desaprovechado nuestro potencial agrícola, extralimitado la ganadería y afectado los ecosistemas estratégicos. Esto se debe a que no hacemos un uso de la información, la cual indica detalladamente las zonas aptas para usos agrícolas, pecuarios, forestales y de protección”.
El funcionario puntualizó que en los nuevos aires de paz que ya se respiran en Colombia, la información del IGAC se convierte en un insumo de primera mano para poner en marcha lo contemplado en la reforma rural integral del Acuerdo de Paz, la cual incluye aspectos como el acceso y uso de las tierras improductivas, la formalización de la propiedad, la frontera agrícola y la protección de zonas de reserva.
“Los suelos serán la base fundamental para el nuevo ordenamiento integral del país, y para alcanzar la tan anhelada paz, una razón de más para que empecemos a protegerlos”.
Otros hallazgos
El IGAC reveló que Caquetá es el departamento número 26 del país con mayor porcentaje de su área con conflictos de uso del suelo, el más crítico en la Amazonia.
El 12,9% de sus suelos presenta un uso inadecuado: 12,5% por sobreutilización y 0,4% por subutilización. Entre tanto, el 85,8% respeta la verdadera vocación y capacidad del suelo.
El territorio solo cuenta con estudios semidetallados en el 0,03% de su área, un factor que impide que su ordenamiento productivo y ambiental se realice de manera acorde a las características de sus suelos.
Recuadro: la inadecuada realidad
Uso que se le debe dar | Uso actual | |
Tierras arables (uso agropecuario) | 1,6% (147.001 hectáreas) | 13,2% (1.185.145 hectáreas) |
Tierras no arables (agroforestales) y para conservación y protección | 97,5% (8.786.871 hectáreas) | 85,2% (7.678.101 hectáreas) |